lunes, 9 de enero de 2012

Llegó el tiempo de conservarse

Es lo malo (o lo bueno, según se mire) de tener un blog: la necesidad de actualizarlo de forma periódica. Es el espíritu de diario que tienen estos espacios. Un lastre más. Aunque un lastre placentero.
Uno de los propósitos para el nuevo año es el de sacar tiempo para escribir más. No lo cumpliré, pero al menos la ilusión me mantiene alerta y bien alimentada.

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Mis niveles de angustia suben en estas fiestas, que ya son pasado (por tres días, menos mal).
Angustia por no poder felicitar a cada una de las personas que quiero, por falta de tiempo (y a veces de ánimo, todo hay que decirlo). Angustia por no acertar con los regalos y por la capacidad de mi bolsillo. Angustia por quedar bien, más o menos, con mi suegra. Angustia y remordimientos por ser capaz de engullir en una sola cena, todas las calorías equivalentes a una semana. Angustia por llegar a tiempo a las citas. Angustia y tristeza porque en Navidad, las ausencias se convierten en sombras gigantescas, a pesar y por encima de tantas luces, en todos los rincones...

Y hoy tengo una extraña sensación, como de resaca. Las fechas señaladas no fueron tan negativas, al fin y al cabo.
Como cada año, me invade una terrible melancolía mientras guardo en su caja el abeto de plástico, ya despojado de sus adornos o limpio a conciencia las suelas de los zapatos de los restos de caramelos de la cabalgata de Reyes y las huellas de los buenos momentos.

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El otro día un compañero me preguntó mi edad.
Me halagó su cara de sorpresa. Me atravesó de punta a punta escuchar por primera vez en mi vida que la sorpresa se debía a mi "capacidad" de llevar  tan bien "tantos años"...
Parece ser que pasados los treinta ya se entra en la etapa de las conservas... qué estupidez.
¿Treinta y tres? Qué bien te conservas Charo...
Automáticamente me sentí como un fósil.

1 comentario:

  1. Tu tranquila, esta es la mejor edad. De hecho, la mejor para morirse... lastima que cumpliremos los 34.

    Pero es verdad, nos hacemos viejos, piensa que hace 11 años ya que dejamos la Universidad.

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